La obra plástica que presento en la sede de la Fundació SA NOSTRA CaixaBank es una serie cuya temática es el agua; principalmente el agua del mar y los océanos, con una múltiple lectura medioambiental, psicológica, lírica y solidaria.
A los artistas nos atraen los mundos remotos, lo desconocido… todo aquello que podemos completar con la imaginación. Pues bien: El 80 % del océano está inexplorado por el ser humano.
Según el vicealmirante Shin Tani, presidente del comité guía de GEBCO (organización internacional sin fines de lucro, que opera bajo el auspicio de la Comisión Oceanográfica Intergubernamental (COI) de la UNESCO y la Organización Hidrográfica Internacional:
- “Sabemos más sobre la topografía de Marte que sobre el suelo de los océanos de nuestro planeta”. La razón no es sólo que se destinen más recursos a la exploración espacial que a la oceánica, sino que la cartografía submarina “es una empresa difícil”. De hecho, el ser humano ha estado más veces en la Luna que en el fondo del mar.
En los océanos de la Tierra viven unas 130.000 especies distintas, según informes del (OBIS) Sistema de Información de Biodiversidad del Océano. Sin embargo, este mismo organismo reconoce que aún desconocemos más de un tercio de toda la vida oceánica que podría existir.
A pesar de que se conoce el papel del océano en la moderación del clima de la tierra y los tesoros que guarda el mar, no es únicamente cuestión de ignorancia y mala gestión, sino que permitimos convertirlo en el vertedero de todos los desechos contaminantes. La explicación al destino de recursos o-mejor dicho-, a la falta de ellos, debe encontrarse, sin duda, en razones de política geoestratégica y a la carrera espacial, actualizada por China y Rusia.
Pero el agua no sólo está en el mar. Si, lo sabemos: somos en gran parte AGUA, que representa entre el 50% y 70% del peso corporal.
En mi caso, este elemento ha sido también parte de mi memoria emocional, gracias a unos hechos sucedidos en el marco familiar, que, con la mejor de las ópticas, pudiera llamar causalidades.
Este sustrato que tiene su origen en mi infancia no podía dejar de penetrar en mis obras -a veces de un modo consciente o totalmente involuntario-. Lo cierto es que he dudado hasta encarar ese asunto y convertirlo en una serie.
Y si de los océanos conocemos apenas un 20%, ocurre lo mismo con el cerebro humano. Eso es lo que asevera el reputado neurólogo Facundo Manes (Hospital General de Massachusetts / Universidad de Iowa.)
- “Aunque se ha avanzado mucho en los últimos años, el cerebro sigue siendo un órgano misterioso, complejo, repleto de secretos por desentrañar”.
El cerebro, otra sima, otro misterio (más ahora en estos momentos en que la evolución de la Covid, añade más daño al, de por si mal estado de la higiene y cuidado de la salud mental general.
De entrada, ya no se puede hablar únicamente de un cerebro, ya que hay neuronas en otras partes del cuerpo humano (intestinos), y resulta otra metáfora del agua.
Homero siempre se refería al mar con apelativos y figuras como: “del color del vino” y “oscuro e impenetrable”. Lo mismo le ocurre al órgano rector:
- “Todo cerebro normal es opaco, porque sus células están envueltas en grasa y otros compuestos que impiden el paso de la luz”
(Otro paralelismo, con los océanos)