El teatro musical pierde al más brillante
y respetado de sus autores
Stephen Sondheim, una auténtica leyenda del musical de Broadway, falleció ayer, repentinamente, en su residencia de Roxbury (Estado de Connecticut), a los 91 años.
Según informó The New York Times, su abogado F. Richard Pappas describió el fallecimiento como repentino tras haber celebrado el Día de Accion de Gracias con amigos el día anterior.
Considerado como «el Shakespeare del Teatro musical», Sondheim definió las señas de identidad del musical contemporáneo. Ganó nueve premios Tony, ocho Grammy, un Oscar y un Pulitzer en el género de drama. En 2015, el presidente Obama le otorgó la Medalla Presidencial de la Libertad, el mérito civil más alto de la nación.
Su obra es extensa e inmensa cualitativamente, pero sólo con mencionar 5 intervenciones en el género puede verse la grandeza de su legado:
- – Letrista de WEST SIDE STORY
- – SWEENEY TODD (El barbero de la calle Fleet). Un éxito de Broadway de los años 80. Tim Burton la llevó al cine con Johnny Deep.
- – IN TO THE WOODS. Los cuentos populares con música y otra optica. La primera incursión de Disney en Broadway. En España la compañía catalana Dagoll-Dagom, especializada en teatro musical de creación propia, realizó una excelente adaptación: «BOSCOS ENDINS»
- – FOLLIES. Estrenada en 1971 posee nada menos que 7 Premios Tony
- – COMPANY. Obra mítica de Broadway (6 Premios Tony). Actualmente recuperada por Antonio Banderas y en la programación del Teatro Soho-Caixabank de Málaga. En su elenco figuran Nando González y mi admirada Julia Moller.
La desaparición de S.S. marca una época para los auténticos aficionados al teatro musical ( lo siento: Grease y El Rey León no son salvaconducto para entrar en ese club de raros que en España, no acaba de crecer).
Yo he podido comprobar en San Francisco y Nueva York, a grupos de jovencísimos fans esperando a las puertas del teatro para ver a sus ídolos (logicamente depende mucho de la obra) Eso solo ocurre en España si en en el cast figura alguna estrellita de TV. Y no hay mas que echar un vistazo a la edad media de los asistentes a un musical de la Gran Vía (con excepción de los citados y similares), para darse cuenta de que el público joven -con todo derecho-, prefiere otras cosas. Lo que uno, como aficionado, repito, le pediría a productores y exhibidores, es acercarle a esta gente obras contemporáneas del género, promover su creación, y dejar de dar la tabarra reponiendo el sempiterno, grasiento y viejuno Grease, que si… ya sabemos que da dinero.
Parece que por lo menos, el grandísimo ( en muchos sentidos), Antonio Banderas está en eso.
Jaime Roig de Diego